Les cuento que tuve un feliz cumpleaños hace un par de semanas.
Tenía el día libre en el trabajo, así que me dediqué a que me consintieran todo el día.
El día anterior me entregaron en la oficina esta tarjeta gigante, firmada por todas las personas con quienes trabajo.
Tenía el día libre en el trabajo, así que me dediqué a que me consintieran todo el día.
El día anterior me entregaron en la oficina esta tarjeta gigante, firmada por todas las personas con quienes trabajo. Fue muy especial, sobre todo porque hay personas en diferentes ciudades, y se tomaron el trabajo de varias semanas en enviarla a todas las ciudades para que todos pudieran firmar.
Fue un detalle muy bonito, y pude comprobar que todo el esfuerzo se ve reflejado no sólo en la parte laboral, sino en los sentimientos de admiración y cariño que puedes despertar en las personas.
Esto es muy gratificante.
Bueno, como les decía, ese día como no me levanté temprano para el trabajo, me despertaron con una bella serenata de boleros (que me encantan), tocada por el celular, pero vale.
Luego de desayunito en la cama, recibir llamadas de toda la familia y amigos me alisté para ir a cita al médico (grr, pero bueno, tocaba).
Al medio día, almuerzo con mis suegros, feliz cumpleaños y tortita: Aquí con mis suegros y mi esposito querido que se portó como un sol ese día.
Luego, en la tarde, me encontré con mis amigas Loló y Nela en Los Bordados de la Abuela, donde estuvimos un rato recibiendo clases de distintas técnicas de bordado, y al final de la tarde nos fuimos a mi casa, a tomar unas "onces", luego de explicarles a ellas qué quería decir esto.
Allí estuvimos con otra amiga, Nohorita, quien es de la ciudad de Cúcuta, con lo cual no tuvo problema para unirse al coro del feliz cumpleaños Maracucho.
De nuevo, canto y tortita para todos.
Durante todo el día el teléfono no paró de sonar, y hasta altas horas de la noche.
Recibí llamadas de toda mi familia y amigos, personas con quienes hablo constantemente, y otros que sólo aparecen por estas fechas, pero su cariño es constante.
Les muestro algunas cositas que recibí (aunque recibí muchas otras de carácter más personal, que me reservo)
Daniel me dió gusto con algo que quería desde hace rato: el llamado sillón de la lujuria, un patrón de The Cat's Whiskers Design Studio.
Así que ya estoy lista para el SAL (ups, que no me oigan en el Bliss, que no he hecho un punto).
Lo bello es ver como nuestros hombres se esfuerzan por entender de estas cosas y se toman el trabajo de hacer compras secretas para sorprendernos.
Creo que Daniel estaba esperando que junto vinieran la tela, los hilos, y hasta el mismo sillón ya armado, por lo cual quedó un poco decepcionado, pero yo lo tranquilicé: eso era justo lo que yo deseaba.
Mi querida Nelita me trajo de regalo una cinta métrica forrada por ella misma, con mi inicial y su nombre al otro lado, está hermosa y me encanta. Será que ella sabía que yo tenía muchas ganas de uno de éstos?
Aquí les muestro por un lado y por el otro.
De parte de Loló recibí una provocativa bolsa de Torontos, un pecado de chocolate envuelto en papel que me trae desde Venezuela (huummm, y no les digo más), junto con dos bellas cajitas para guardar abalorios, super elegantes.
Flores, flores, flores... Jeannette Socorro, mi amiga mágica me trajo unas bellas rosas de un color precioso que todavía perduran en mi sala; y Nohorita, amiga-vecina, que además le encantan las manualidades, un bello arreglo de color rosa con varios tonos, hermoso!!
Por último, el día después del cumpleaños, cuando llegué a la oficina, Beatriz me tenía esta simpática tortita, que era como de masa de novia, envinada, hummm, sencillamente deliciosa.
Y mi mamá, que vino este fin de semana, me trajo un libro de cocina fabuloso (será que me quiere decir algo con esto??)
En fin, fue un día fabuloso y me siento muy feliz !!
Finalmente, se puso la cinta marcada con la fecha de la comunión y los nombres de los niños, y un detalle de un angelito country con pelos de aserrín para cerrar.
